lunes, 14 de marzo de 2011

Racing golea y es puntero Colon - Racing Club


Con dos goles de Gutiérrez, uno de Lugüercio y de Hauche, Racing goleó 4 a 0 a Colón y lidera en soledad el torneo. En un partido con demasiada pierna fuerte, el equipo de Russo fue más que el rival.

Cualquier parecido con el partido en Floresta, es una mera coincidencia, dirían por ahí. Las patadas alevosas que se produjeron durante los noventa minutos disputados en Santa Fe recordaron aquella batalla vivida ante All Boys, en la que Racing perdió a su mejor soldado. Pero esta vez, el equipo de Russo se hizo fuerte y goleó por 4 a 0 a Colón. De la mano de Teófilo, Lugüercio y Hauche, La Academia lidera el torneo. Y se las ingenia para extrañar cada vez un poco menos al colombiano.

Antes del minuto de juego, el Bichi Fuertes probó con un disparo que se fue desviado. Ya desde el arranque quedó claro que el delantero se dedicaría más a pegar que a marcar goles. En el inicio, Racing parecía desconcentrado, apelaba al pelotazo y se embarullaba, mientras que Colón manejaba la pelota y tenía más movilidad. El juego brusco, malintencionado y la pierna fuerte primaron en el comienzo como en el resto del partido. El árbitro repartió amarillas para calmar los ánimos. Pero de fútbol había muy poco. A los diez minutos, hubo una arremetida de Pillud que terminó en un centro defectuoso. El partido no tenía vuelo, era cortado por el juego brusco e incluso Teófilo devolvió alguna patada recibida y se ligó una amarilla.

Pero, cuando parecía que nadie le prestaba atención a la redonda, apareció el Payaso.

A los 15, se escapó Hauche, mandó un centro atrás, pegó en la mano de Garcé (fue penal) y el Payaso se encargo de marcar el 1 a 0.

Racing empezó a crecer de a poco en el juego aunque seguía equivocándose en los pases. En la parte ofensiva, daba la impresión de que siempre la faltaba la puntada final.

Colón parecía más interesado en pegar que en encontrar un camino directo hacia De Olivera. A los 22, Díaz remató y se fue por arriba Un minuto después, hubo un disparo de Licht, tras una jugada entre Hauche y Lugüercio. A los 24, otro intento de Yacob que se fue por encima del arco. A los 29, hubo un centro que Gutiérrez no pudo usufructuar y tapó Pozo. A esas alturas, Colón arremetía con el juego aéreo pero Racing se las ingeniaba para salir airoso. El equipo albiceleste intentaba armar juego por el medio de la cancha pero se encerraba. A los 37, hubo un cabezazo de Garcé que se fue lejos.

Desde afuera, Russo se levantaba del banco en cada ataque de su equipo. A los 39, Fuertes tuvo un mano a mano pero fue tapado por un rival. Y A los 41, llegó el segundo: Hauche armó una pared con Teofilo, primero tapó Pozo y luego del rebote, el colombiano hizo una pausa y resolvió como los que mejor saben.

Antes del final de la primera parte, hubo tiempo para que los jugadores de Colón agregaran capítulos al juego violento. Así, Yacob recibió varias patadas, incluso lo golpearon en la cabeza cuando estaba en el piso.

En el arranque del complemento, Colón pareció insinuar que iría con todo por el empate. Los de Gamboa manejaban la pelota e intentaban buscar al Bichi. Pero fue solo un espejismo. A los dos minutos, hubo un pase de Gutiérrez para Hauche que no pudo resolver. Justamente entre el Demonio y el colombiano se empezó a construir una buena sociedad en ataque.

El equipo local parecía nervioso, más preocupado por quejarse y pegar que por torcer la historia. Racing empezó retrasarse y le cedió terreno al rival.

A los 15, el Bichi ejecutó un tiro libre que pegó en la barrera. Colón siguió intentando a través del juego aéreo. A los 20, Teófilo la mandó contra la red pero fue anulado por posición adelantada (estaba habilitado). Seguido a ello, se perdió otro gol, con enganche incluido. Pero dos minutos después, el colombiano tuvo su desquite: Pozo tapó una vez, pero tras el rebote ya no pudo hacer nada ante la precisión del artillero académico.

Tras el tercer gol, Colón tuvo algunos intentos tibios. A los 32, hubo un remate de Díaz que se fue por arriba. Russo mandó a la cancha a Aveldaño por Lugüercio y Toranzo recibió una insólita amarilla debido a que el árbitro interpretó que hacia tiempo al negarse a ejecutar un corner porque le revoleaban objetos desde la tribuna. Teófilo se fue ovacionado y fue reemplazado por Viola. El “Teoo, Teoo” bajó de las tribunas con la fuerza de un grito de corazón.

Pero, en un partido donde sobraron las patadas, hubo tiempo para que el Demonio metiera la cola: a los 39, Yacob realizó un pase exquisito y el ex Argentinos sentenció la goleada.

Racing tuvo sus gladiadores y se quedó con la batalla de Santa Fe. Por segunda fecha consecutiva, sacó la licencia para probarse el traje de puntero (esta vez en soledad) y de serio aspirante el titulo. Y, de la mano de Teófilo, cada día la pilcha le queda mejor.

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